Los cristales, gracias a su capacidad de «transducción» (tomemos como ejemplo el funcionamiento del cuarzo en los relojes, que traduce una señal eléctrica en vibración), tienen la capacidad de traducir la energía. Así, nos ayudan a proyectar nuestras intenciones al universo con potencia y de forma clara, ordenando incluso nuestros posiblemente desordenados estados de conciencia.
Estos son apartes de texto del libro «Crystal Basics: The Energetic, Healing, and Spiritual Power of 200 Gemstones de Nicholas Pearson